domingo, 21 de septiembre de 2014

Barroquerías

Barroquerías

¿Qué se cuece, mi amor, en tu cociente?
¿En qué fuentes profundas se fraguaron
o fundieron las letras de tus labios?
¿Quién sabe de qué savia es tu saliva?
¿Qué cuesta recostarse en tu costado?
Retorcida cual árbol, como verja,
resentida tal llaga, cual recuerdo,
me agotas, me interpretas, me resumes,
me recorres, me ignoras, me descartas.
Tortura tortuosa a fuego lento,
señal sin afeitar (Usté está aquí),
me excomulgo, me acecho, me reviento.
Si algo tuyo era yo, no era la entraña.
Si algo bueno hubo en mí, no consta en acta.

1 comentario:

Gharghi dijo...

Y las décimas... mas hondo aún me llegan. Máxime cuando de estilo Hernandino son.