lunes, 4 de marzo de 2013

Si aprovecho la duda, nace un verso (sextina)


Hace muchos años me enseñó David Coll una sextina que había compuesto, pero no entendí bien los pormenores de ese juego, que quizá juzgué estéril. He tenido que descubrir que aquel célebre poema de Gil de Biedma, De todas las historias de la Historia / la más triste, sin duda, es la de España, celebra las convenciones esotéricas del género, para sentirme atraído por primera y quizá última vez por ellas.  Así dice, tal como ha querido salir a toda prisa, semiautomática, mi sextina:

Si aprovecho la duda, nace un verso;
si atravieso tu piel, un laberinto;
mi Teseo por ti te hace Ariadna
y cuando cobro forma ante tus ojos
se renueva fantástica mi lengua
con la turbia gramática de un monstruo.

Acepto mis deseos: soy un monstruo
que envuelve sus errores con un verso
y muerde con placer su propia lengua,
sonámbulo que cruza el laberinto
siguiendo tras la cerca de los ojos
el husmo tenebroso de Ariadna.

El haz es el envés: sin Ariadna
que cuide de su hermano, ningún monstruo
logró sobrevivir; vuelven tus ojos
de letras a fonemas este verso
que cruzan, como hormiga un laberinto,
las formas y funciones de la lengua.

La luna, sin pudor, saca la lengua
y hace brillar la senda de Ariadna:
su inquieta telaraña, laberinto
que atesora en los márgenes su monstruo
ofreciendo las carnes de su verso
al florido horizonte de tus ojos.

Perdida en el oleaje de tus ojos,
legaña sin pupila, arde mi lengua
en la hecatombe plácida del verso,
segando con el filo de Ariadna
la garganta simétrica del monstruo
que teje, cual mortaja, el laberinto.

Cerremos, pues, por hoy el laberinto:
abramos a la intensidad los ojos
y dejemos hozar en paz al monstruo
dibujando travieso con su lengua
en la gruta más honda de Ariadna
el trazo indagatorio de su verso.

El verso es surco abierto:  laberinto;
el hilo de Ariadna son tus ojos
y mi lengua ya quieta fue su monstruo.

5 comentarios:

rafa herrera dijo...

¡Qué bien cantado, Alex! Efectivamente, me parece la única forma de hacer una sextina esa de partir de una duda o reflexión que se presente,y que ayude a dar vueltas a las mismas palabras, procurando que cada vez (de las 7) cobren una connotación distinta. A mí en general me resulta una forma antipática, salvo en muy contadas ocasiones (esta tuya es una de ellas), ya que la excesiva rigidez obliga a menudo a soluciones desafortunadas. Mucha incómoda desazón me han causado a veces Fernando de Herrera o Cirlot, por poner dos ejemplos (¿bien?) distintos.

Una par de veces la he ensayado, una de ellas respondiendo, como de costumbre, a otro texto y reflexión, que me impuso las rimas (en este caso palabras clave: (http://imaginariadelalma.blogspot.com.es/2009/04/cosas-de-prometeo.html), y utilizando, como tú, motivos mitológicos (ay, si Vicente leyera esto):

Se jugaba el titán dador del fuego,
entre querer y no poder, la vida.
Cuando cobraba en sus trabajos fuerza
desentrañaba el corazón del día;
después, desfallecido ya y sin ganas,
abría las entrañas de la noche.

Pero más negra y gélida la noche
se vuelve cuanto más se agita el fuego,
y anidan en las vísceras las ganas
de vivir por debajo de la vida
y sacar, cuando ya se acerca el día,
de la alcancía un poco más de fuerza.

En toda nueva empresa es siempre fuerza
zafarse del abrazo de la noche
y, olvidados del pan de cada día,
procurar las semillas donde el fuego
se esconde, para darlas a la vida
que se quiere vivir con tantas ganas.

Persianas entreabiertas son las ganas
de apartarse, si no asiste la fuerza
capaz de mantener pura la vida.
Mejor será rendirse ante la noche
que combatir sin convicción el fuego
y hacerlo luego víctima del día.

Grabamos en la claridad del día
mensajes de la oscuridad, con ganas
de que una mariposa acuda al fuego
para bailar: es toda nuestra fuerza,
la lección aprendida de la noche,
única convicción en nuestra vida.

Detrás de la ventana está la vida
que se vuelve a inventar día tras día
en la imaginería de la noche.
Si no querer desganas son o ganas
de querer otra cosa, sobra fuerza
para subir a devolver el fuego.

Y así se apaga el fuego de la vida,
si flaquea la fuerza por el día
y nos ganan las ganas de la noche.

Al59 dijo...

Gracias, Rafa. Con una sextina como la tuya, no me queda otra que engancharme definitivamente al género. He visto que hay una antología de sextinas en Hiperión: habrá que echarle un tiento. De momento, traigo esta que he encontrado en otro blog (http://leereluniverso.blogspot.com.es/2011/05/poesia-la-poesia-de-javier-salvago.html), de Javier Salvago, muy manuelmachadiano él:

LA POESÍA

(Sextina)

Durante muchos años, lo fue todo.
Pusiste en ella tus mejores sueños.
Le diste lo mejor de ti y tu tiempo
esperando llegar a ser tú mismo.
Durante muchos años, fue el sentido
y la razón de ser de tu existencia.

Ahora que el final de tu existencia
se acerca y que se va acabando todo,
sin ilusiones vanas, sin sentido
-pues ella era el sentido-, ya sin sueños,
asumes lo que ves como tú mismo
y te aceptas después de tanto tiempo.

Te preguntas: ¿gané con ella el tiempo
o fue tiempo perdido? Tu existencia
sabes muy bien que no sería lo mismo
sin ella. Pero a veces crees que todo
habría sido más fácil sin los sueños
de gloria que nublaron tu sentido.

Sientes que en este mundo sin sentido
en el que dicen que hasta es oro el tiempo,
habría sido mejor dejar los sueños
y creer solamente en la existencia
de lo contante y lo sonante. Todo
lo que no es eso, sobra y da lo mismo.

¿De qué valió esforzarte en ser tú mismo
y en buscarle a las cosas su sentido?
Sobrevivir un día más es todo
sin otro afán que ver pasar el tiempo.
Hacia la mar discurre tu existencia.
Y es otra la materia de tus sueños.

Ella se fue, como llegó, entre sueños,
acaso porque tú no eras el mismo,
dejando más vacía tu existencia.
Y ni puedes decir que lo has sentido.
También uno se cura, con el tiempo,
de sufrir, de escribir, de ser… De todo.

Harto de la existencia, harto de todo,
de los sueños, del mundo y su sentido,
del tiempo, de ella y hasta de ti mismo.

ginecomastia dijo...

Que bien cantado me ha fascinado tu blog y este post en particular me parece excelente
saludos desde argentina

Al59 dijo...

'Y a su amada le decía: / ¿Tú eres de verdad o no?' Saludos, ginecomastia.

Antonio del Camino dijo...

Hablando de sextinas, recomiendo algunas repartidas en la producción de Francisco Castaño (toda publicada en Hiperion). En la antología que nombras hay muestra de ello.

Un abrazo.