martes, 23 de mayo de 2006

Preguntas respuestas


Las nubes, los nombres que van traduciendo
su forma al idioma
de cada momento.

5 comentarios:

la-de-marbella dijo...

magnifico cielo traductor de sueños. Saludos

Anónimo dijo...

¿Tropismos?

No: nefelismos.

Al59 dijo...

Un regalo tardío:

Yo no os había visto hasta aquel día,
iba bajo vosotras sin saberos,
decía acaso 'nube' con descuido
o bien cogía una para un verso
como pañuelo claro en el andén
de la memoria. Pero no os veía.
¿Qué haría mientras tanto; en qué comercio
oscuro me andaría con el sueño;
en qué mina de olvido, en qué caldera
apilaba el carbón de la desdicha;
por qué calles sin cielos vagaría
mirándome las puntas polvorientas
de los tristes zapatos; o con qué
visera amarga malogré mis ojos;
qué amor avaro los tenía presos
en espejos de sed, que ni veía
las luminosas nubes?


(Miguel Ángel Velasco, _El dibujo de la savia_).

Anónimo dijo...

Bonito haiku el de las nubes. Y bonito poema el que citas, Al, de M. A. Velasco. Me gusta; tiene esa cosa..., esa fragilidad del alma... Pero no aguanto sus descuidos formales. Una pena.
Saludos

Grifo

j. dijo...

Bonito el texto, sí. El nombre como la verdad, el idioma la forma... sin caer en rígida equivalencia. Como gusta, que paz da, ver pasar las nubes y descubrir que alguna hormiguilla se te ha subido encima.

Un saludo.