lunes, 1 de mayo de 2006

Entrada


Este aroma verde
a violines recién casados
y este sabor de blusa tibia
como leche recién dibujada.
Cuaja la lluvia
y en el claro tranquilo del bosque
hoy sería posible encontrarte,
hoy que (¿dónde estarás?) ya no espero.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Lindo poema, con ese sabor de blusa tibia, y ese aroma de adolescencia eterna. Perfecto remate el del último verso. Gracias a él, el poema queda como algo más que bello. Al igual que todas las caras, un poema necesita, además de hermosura, el guiño, el pellizco, la puñalada, de una buena mirada, de un buen remate. Perfecto.

Grifo

nube de colores dijo...

De tierras y gentes extrañas. Fantástico, me encanta...espero con impaciencia el resto. Gracias

Al59 dijo...

Por canciones no será, no. Yo, a mi vez, espero tus impresiones —que me animan a seguir compartiendo lo que hacemos.